Una dramática historia de supervivencia, desde Sierra Leona hasta Bajan
EJIDO BAJÁN, MPO. DE CASTAÑOS, COAH.- Con un pie mutilado por el tren, un migrante africano se arrastró por más de 30 kilómetros en la montaña durante dos agonizantes días, hasta que encontró la ayuda de un matrimonio del ejido de Baján.
Saltando sobre un pie y gateando la mayor parte del tiempo, Phillips "N", de 27 años, originario de Sierra Leona, África, vivió un viaje desgarrador a riesgo de morir desangrado.
El accidente ocurrió en la mañana del sábado, cuando el migrante cayó del tren en movimiento cerca del ejido El Zago, en un descuido, resbaló y su pie izquierdo quedó a merced de las ruedas.
"La bestia" aplastó su pie, siendo arrojado al costado de las vías del tren, con una herida sangrante y en medio de la nada, sin que nadie pudiera ayudarlo ya más de 30 kilómetros del pueblo más cercano.
Como pudo, hizo un torniquete y comenzó un largo viaje por su vida, arrastrándose hacia el norte, por el costado de los caminos por los interminables 30 kilómetros que lo separaban del ejido de Baján.
Así que pasó las siguientes 48 horas, cojeando de vez en cuando, gateando durante largos períodos y con la única esperanza de encontrar a alguien que pudiera ayudarlo.
El lunes por la mañana, finalmente pudo ver un pueblo a lo lejos y con sus últimas fuerzas llegó a la puerta de Antonio Arturo Cabrera Martínez y su esposa, Viviana Berenice Zamora, ejidatarios de Baján.
A pesar de las dificultades del idioma (solo habla inglés), los ejidatarios inmediatamente pidieron apoyo a la Cruz Roja Monclova, que llegó para ayudarlo.
"Llegó alrededor de las 07:30, estaba todo puntiagudo, rodó, le vimos el pie y de inmediato le pedimos apoyo al médico del Centro de Salud", dijo Viviana.
Dijo que mientras esperaban que llegara la ayuda, le dieron comida caliente y café, que prácticamente devoró, olvidándose un poco del dolor que lo aquejaba.
“Como pudo, nos dijo que se arrastró muchos kilómetros sin encontrar a nadie que pudiera ayudarlos, su situación me duele mucho porque son seres humanos como nosotros, teníamos que ayudarlo. Solo buscan una vida mejor. ”, explicó con pesar el matrimonio Cabrera Zamora.
Elementos de Bomberos Voluntarios y paramédicos de la Cruz Roja Mexicana, delegación Monclova, acudieron en auxilio del migrante y luego de limpiar las múltiples heridas en el pie izquierdo de Phillips, le colocaron un vendaje y se dirigieron al Hospital General Amparo Pape. en Benavides, en Monclova.
Trascendió que por la delicadeza de las heridas y el estado del pie del migrante, sufriría su amputación.
Phillips, expresó su temor de que el gobierno de su país averigüe dónde se encuentra
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