Han estado detrás de un proyecto que cambiará la vida de millones de personas durante muchos años. Rubén Salim Brovia (39 años), Alberto N.Ramos Vernieri (44 años), Romina M. Chávez Jara (34 años) y Nicolás Cerusico (33 años) lideran la empresa de biotecnología Untech y crearon un nuevo fármaco para el tratamiento de heridas Crónicas.
Procedentes de diferentes disciplinas - Rubén de administración de empresas, Alberto de química, Romina de biología y Nicolás de bioquímica - estos cuatro emprendedores se reunieron en Untech, empresa de biotecnología farmacéutica, para realizar el trabajo de una investigación de más de 20 años de iniciación en el Conicet y la UNT (Universidad Nacional de Tucumán). Es un fármaco capaz de curar heridas crónicas como úlceras venosas, escaras o úlceras del pie diabético, que tardan meses o años en cicatrizar y, en muchos casos, terminan en amputaciones. El resultado de la investigación está patentado y avanza en las fases clínicas con el objetivo de ser comercializado internacionalmente en más de 30 países, ya que este problema afecta a más de 120 millones de pacientes en todo el mundo y no tiene cura definitiva.
“Untech nació con el propósito de lograr la transferencia de esta tecnología al mercado internacional y así ayudar a curar al mayor número de pacientes en todo el mundo que padecen este problema”, dice Rubén Salim Brovia. La investigación surgió en plena crisis de 2001 en un laboratorio del Conicet: desde entonces se han realizado diferentes prototipos con importantes resultados terapéuticos. “El avance de este desarrollo alcanzó una alta notoriedad al ganar premios nacionales e internacionales durante cinco años consecutivos - Brovia detalla -. Además, el equipo científico liderado por Alberto Ramos Vernieri es hoy reconocido mundialmente como pionero en este tipo de tecnología curativa”. Los prometedores resultados de los primeros ensayos en humanos convencieron al equipo de que tenía que empezar un proceso para transformar este descubrimiento en un fármaco y llevarlo a la sociedad.
En 2015 se inició una nueva etapa con la creación de una empresa cofundada por un científico y un emprendedor. Facundo Garretón (conocido por Invertironline.com) conoció el proyecto, e identificando las carencias típicas que suelen hacer fracasar la transferencia de este tipo de desarrollo científico, propuso incorporar un emprendedor al equipo. Así entró Rubén Salim Brovia, a quien Garretón ya conocía de otros emprendimientos que llevaron a la creación de startups en Argentina, España, Portugal y Estados Unidos.
“Si bien el 80% de los productos disponibles en el mercado son diferentes tipos de vendajes o parches que actúan de forma paliativa, nuestro medicamento tiene la capacidad de atacar todas las causas que impiden la cicatrización al mismo tiempo y a través de un solo producto. . Esto la convierte en una solución única y superior con respecto al resto de productos disponibles ”, concluye Rubén.
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