¿Cómo preparar los pies para la llegada del verano?

2021-11-29 09:48:47 By : Ms. Aily wu

MADRID, 18 de mayo (EUROPA PRESS) -

Respecto a la llegada del verano, la podóloga Carmen Naranjo, experta en Cirugía Podológica, Biomecánica y Ortopédica, ha recordado la importancia de mantener la piel del pie suficientemente hidratada para evitar la aparición de durezas y ampollas, más frecuentes en la temporada de verano.

Así, el Dr. Naranjo realiza una clasificación sobre algunos perfiles a nivel podiátrico para justificar por qué es necesaria una buena hidratación en todos los casos. En primer lugar, para los deportistas, una piel bien hidratada, además de evitar rozaduras y ampollas "es la mejor barrera para las infecciones bacterianas, virales y fúngicas, ya que, cuando no existen grietas, fisuras o abrasiones en la piel, se Es imposible que los microorganismos patógenos accedan a nosotros ”, dice el experto.

En cuanto a las personas mayores, comenta que, como consecuencia de la debilidad cutánea producida por la pérdida de colágeno propia del paso de los años, el mantenimiento de la hidratación mejora los callos y callosidades que pueden presentar y la flexibilidad cutánea que favorece al mejor movimiento de las articulaciones del pie durante la marcha.

Asimismo, cuando los pies se ven sometidos a cambios bruscos de calzado diarios, como pasar de zapatillas deportivas a sandalias o un zapato de tacón alto, mantener la piel hidratada ayudará a prevenir rozaduras y, al mismo tiempo, a prevenir la aparición de callosidades. o dureza.

En este sentido, el Dr. Naranjo explica que “es necesario preparar los pies unas semanas antes de ponerse las sandalias por primera vez”, para llevar a cabo una transición entre unos zapatos muy toscos y unos más frescos para el verano. ", el pie no sufre un cambio brusco que pueda provocar patologías epiteliales.

Además, “en primer lugar, para afrontar el verano es fundamental que se eliminen los callos y callosidades presentes en los pies, ya sea por medios mecánicos como limas y, si estos no actúan de forma eficaz, acudiendo a un podólogo para que evalúe y tratar cada caso de forma personalizada ".

Por otro lado, Naranjo recuerda que las condiciones ambientales y el calzado de verano hacen que las ampollas sean más frecuentes. Esta dolencia tan común "no es más que un mecanismo de defensa de la propia piel para proteger su interior mediante la acumulación de líquido", detalla el experto. Su aparición en los pies puede deberse a varios factores, como se explicó.

En primer lugar, la causa principal es el roce o rozamiento continuo contra el calzado, especialmente cuando se realizan grandes distancias o cuando se lleva calzado. Esta lesión también puede ocurrir debido a la fricción de piel a piel, y luego la lesión generalmente aparece entre los dedos. Otra posible causa puede ser quemaduras por el sol, productos químicos o líquidos calientes.

Otro factor determinante es el pie y los hongos del pie de atleta. En este sentido, el Dr. Naranjo sugiere que, si eres propenso a la proliferación de ampollas en las prominencias óseas de los pies, esa zona debe cubrirse con un apósito de hidrogel para evitar su aparición.

En el caso de que aparezca una ampolla, el médico advierte que "nunca se debe pinchar ni cortar la piel, ya que esto facilita que esa zona de la piel se infecte". En cambio, recomienda cubrir esa ampolla con un apósito hidrocoloide y esperar a que la piel debajo del apósito se regenere.

Asimismo, el podólogo advierte que el zapato abierto o sandalia puede volverse más peligroso "si no proporciona un correcto apoyo del pie; lo mismo ocurre con el tipo zueco", apunta. Este tipo de calzado, prosigue, expone más cantidad de piel al exterior, con mayor riesgo de sequedad y más posibilidad de sufrir ataques como fisuras o pequeñas heridas o rajaduras.

Por otro lado, el Dr. Naranjo advierte que “el uso continuo y diario de calzado deportivo en verano favorece la hiperhidrosis o sudoración excesiva, con el peligro añadido de mal olor y pie de atleta”.

Todos esos materiales y tejidos naturales como la piel, la ante, el algodón o la lana son materiales excelentes para elegir un zapato. Acercándonos al verano, las tradicionales alpargatas o alpargatas a base de fibras naturales de esparto pueden ser una buena opción para combatir el calor y evitar la sudoración excesiva. del pie. Y si optamos por sandalias, es importante que apoyen el pie mediante tiras cruzadas o anchas y con una pulsera que sujete el tobillo ”, aconseja Naranjo.

Asimismo, insta a evitar el uso diario del mismo tipo de calzado, ya sean zapatos de tacón o calzado deportivo fabricado en materiales sintéticos. “Es recomendable cambiarse de zapatos a diario para evitar la aparición de problemas de sudoración e infecciones fúngicas”, dice.

En cambio, desaconseja insistentemente “las llamadas chanclas brasileñas o hawaianas para la vida diaria o para caminar largas distancias, ya que no sujetan bien el pie al caminar y provocan innumerables problemas como fascitis o esguinces”, advierte.

“Para mantener la piel de los pies con un nivel óptimo de hidratación debemos acostumbrarnos a aplicar una crema hidratante a diario. Pero no cualquier crema corporal, sino un producto que ha sido elaborado con fines de podología”, concluye el Dr. Naranjo.

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