Cómo actuar ante un accidente de tráfico: Primeros auxilios -- Autobild.es

2022-05-29 08:00:05 By : Mr. Eric Yang

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Todo conductor ha presenciado la triste e implacable realidad de la carretera. Por suerte, el signo más habitual de que te acercas a un accidente es ver de lejos las luces de policía, bomberos o ambulancias.

L a primera recomendación que te puede dar AUTO BILD es que no te sumes a la manada y hagas lo posible por mantener la fluidez del tráfico.

Que los facultativos lleguen a tiempo de salvarle la vida a alguien puede depender de que no haya una interminable fila de vehículos, cuyos conductores se quedan mirando como pánfilos a los coches accidentados.

En las grandes ciudades y en las vías principales, el tiempo de respuesta de los servicios de urgencias es relativamente bajo. Desgraciadamente, no puede decirse que sea así en todo el territorio español, y es que, al contrario de lo que sucede en Gran Bretaña (8 min.), Dinamarca (5 min.) o Alemania (12 min.), aquí no hay una ley que establezca un tiempo mínimo de llegada de las emergencias.

Por ello, si eres el primero en llegar al lugar de un siniestro, puede suceder que pasen bastantes minutos antes de que llegue la ayuda solicitada. Si es así, mantén la calma y ayuda a los servicios de emergencia facilitándoles toda la información que te pidan.

A continuación encontrarás toda una serie de recomendaciones para actuar en un accidente de tráfico basadas en el protocolo más básico de la regla PAS (Proteger, Alertar y Socorrer).  En este práctico, para aprender cómo se realizan las maniobras médicas, hemos contado con la colaboración del SAMUR madrileño.

No intentes jamás sacar a un herido del interior de un vehículo, a menos que dentro haya un incendio.

Si hay derrame de combustible, no te precipites: tápalo con arena, apaga el contacto y desconecta la batería. Intenta que se detenga el menor número de conductores posibles y que la vía permanezca despejada para que la ayuda llegue pronto.

El botiquín es un elemento necesario que requiere una revisión periódica, porque todo lo que contiene caduca. Si tienes uno solo para llevar en el coche, procura que incluya todo lo que indica esta lista.

• Guantes • Algodón • Compresas, vendas y gasas estériles • Botella de agua • Linterna • Aspirinas • Manta • Pomada con antibiótico • Goma elástica

Como conductor, sobre todo si eres el primero en llegar al lugar de un accidente, tienes la obligación de prestar auxilio. Sin embargo, lo primero que debes tener en cuenta es que la carretera es un escenario muy peligroso, así que, antes de atender a los posibles heridos, es necesario asegurar el lugar para que no se produzca otro accidente.

No te bajes del coche sin llevar el chaleco (sin él, de noche, eres literalmente invisible para los demás conductores) y comprobar cuál es el estado de la vía. Aunque tu intención sea ayudar, mucha gente ha muerto atropellada en estas situaciones por falta de cautela y por la llamada visión de túnel, que se produce cuando centramos nuestra atención en una sola cosa.

Si es posible, estaciona tu vehículo fuera de la calzada o en el arcén. Señaliza la situación del mismo con los triángulos de emergencia y, si es de noche, deja las luces del coche encendidas y, además, pon la señal de peligro.

Para colocar los triángulos, muévete con cautela por el arcén y, si se trata de una vía de doble sentido, coloca también uno por delante de tu vehículo a 50 metros de distancia. Si hay fallecidos, procura en lo posible no alterar las pruebas del siniestro. 

Una curva, un cambio de rasante, una señal o un cartel publicitario pueden impedir la función del triángulo. Ésta, al contrario de lo que muchos piensan, no es evitar la multa que pueden ponerte por no usarlo, sino salvarte la vida. El triángulo debe colocarse siempre antes de cualquier obstáculo que entorpezca su visión a, como mínimo, 100 metros de distancia.

Si estás en un cambio de rasante, retrasa la posición del triángulo lo necesario hasta que sea visible a 100 metros mínimo

Cuando hayas asegurado la escena y hayas realizado el primer diagnóstico de la situación, debes llamar inmediatamente a los servicios de emergencias.

No pierdas tiempo en pensar a quién, puesto que en cualquiera de los servicios iniciarán el protocolo de actuación.

Es fundamental que des tu nombre y número de teléfono porque, seguramente, necesitarán estar en contacto contigo para conocer el diagnóstico y la evolución de los posibles heridos.

Pero, mucho más importante todavía, es que la información que des se ajuste la realidad del accidente.

Mantén la calma, muchos de los que llaman a emergencias, aun con la mejor voluntad del mundo, exageran por el nerviosismo que producen estas situaciones o para tratar de que la ayuda llegue cuanto antes. Ten en cuenta que quien está al otro lado del teléfono es un profesional que, al igual que tú, sólo quiere ayudar. No te agobies ni te enfades ante el montón de preguntas que, a buen seguro, te van a hacer porque, hasta que llegue la ayuda, tú eres sus ojos y sus oídos.

• Emergencias toda España: 112 • Guardia Civil: 062 • Policía Nacional: 091 • Policía Local: 092 • Mossos (Cataluña): 088 • Ertzaintza (Euskadi): 945 282020

¤ Dónde te encuentras: nombre y punto de la vía ¤ El número de vehículos implicados y su situación ¤ Si hay alguien atrapado en el interior de un coche ¤ Si hay sustancias peligrosas comprometidas ¤ El número y el estado de los heridos ¤ Tiempo pasado desde el accidente (si lo sabes) ¤ Número de implicados (aunque parezcan estar bien)

Tras asegurar la zona y, si hay heridos, debes proceder a evaluar su estado.

Lo primero es ver si está consciente; si no te contesta, prueba a realizar estímulos dolorosos de menor a mayor intensidad. Recuerda esta regla mnemotécnica: AVDN (alerta, verbal, dolor, no responde), que sirve para valorar la gravedad del herido y, además, su evolución si, por ejemplo, disminuye su nivel o pierde la consciencia, lo cual puede indicar que padece lesiones internas.

Desde el principio y tras cualquier maniobra, la respiración debe verse, oírse y sentirse.

Asegúrate de que no tenga objetos alojados en la boca o garganta.

Si el herido está inconsciente y no respira, realiza la maniobra frente-mentón; si respira, revisa la frecuencia respiratoria, si utiliza la musculatura del cuello en lugar de la del pecho y si existe simetría torácica (un hundimiento puede indicar un neumotórax).

Mide el pulso carotídeo, no uses nunca el dedo pulgar sino los dedos índice, medio y anular.

El pulso se comprueba con tres dedos sobre arteria carótida.

Si el herido está consciente, comprueba si sufre pérdida de sensibilidad o de movilidad en las extremidades a la vez que miras, si dispones de una linterna, el tamaño y la reacción de las pupilas a la luz. No debes tomarte nunca más de 10 segundos en realizar cada una de estas comprobaciones, es decir, unos 30 o 40 segundos totales para evaluar a cada herido.

Salvo que haya un riesgo cierto de muerte, no muevas jamás a un herido ni le quites el casco a un motorista. De lo contrario, lo que podría haber sido una lesión vertebral, que se habría recuperado casi por completo, puede convertirse en una lesión medular con una parálisis de por vida o, incluso, la muerte.

No proporciones agua ni medicinas a los heridos. Al llegar al escenario del accidente, evalúa y atiende según la gravedad de los afectados teniendo en cuenta que, habitualmente, quien más grita es el menos grave.

Ante una hemorragia interna, colócalo como en la imagen superior para que la sangre siga llegando al cerebro.

Evita hacer andar a los accidentados, aflójales las prendas que les molesten, sobre todo, para respirar. Si el herido no puede moverse, aunque haga calor, tápalo con una manta o con lo que tengas más a mano porque, después de un trauma, se pierde el calor corporal con mucha rapidez.

1) Sólo está boca arriba: levanta la rodilla opuesta a ti y colócale el brazo sobre la parte inferior del pecho

2) Atráelo poco a poco pero con firmeza, tirando con una mano de la cadera y, con la otra, del hombro

3) Cuando esté tumbado de lado, colócale una mano debajo de la cabeza para que la columna esté alineada con el suelo

Esta maniobra se realiza para restablecer la respiración y el bombeo de sangre desde el corazón cuando estos, por el motivo que sea, se han visto interrumpidos. Debe realizarse desde el mismo instante en que el herido sufra la supresión de estas funciones y de manera ininterrumpida, no pares hasta que los sanitarios se hagan cargo del accidentado.

Coloca al herido boca arriba para realizar las dos insuflaciones de rescate, que servirán para ver si vuelve a respirar por sí mismo o tiene un objeto alojado en la garganta, en cuyo caso, tratando de mover su cabeza lo menos posible.

Si, además de no respirar, no tiene pulso y no oyes los latidos en su pecho, debes comenzar con el masaje cardíaco. Debes realizar presiones firmes de arriba a abajo. Cuando termines cada movimiento, suprime la presión para que la caja torácica recobre su posición original y el corazón se llene de sangre.

Si cuentas con ayuda, la otra persona puede comprobar el pulso carotídeo cada 2 minutos. El ritmo más adecuado, si se trata de un adulto, es unas 100 compresiones por minuto. Tanto si realizas ambas maniobras solo o acompañado, la frecuencia debe ser de 30 compresiones por cada 2 insuflaciones.

1) Coloca una mano sobre la frente y otra sobre el mentón; empuja hacia abajo la frente y hacia atrás el mentón.

2) Sin mover las manos de su posición, inspira profundamente, aplica la boca a la de la víctima y sopla con fuerza.

3) Para hacer un masaje cardíaco, sitúate de rodillas junto al herido y coloca así las manos, o una sobre otra, aplícalo en la zona central del pecho, en la línea que une los pezones.

4) Las compresiones deben realizarse sin miedo y con fuerza; para que estén bien hechas, la mano debe hundirse entre 4 y 5 centímetros a un ritmo de 100 compresiones por minuto

Las hemorragias que no sangren mucho deben tratarse con una simple y continua presión sobre la zona afectada, a ser posible, con una gasa o pañuelo estéril. Si el accidentado presenta una herida en el abdomen, colócalo boca arriba con las piernas flexionadas y tapa la herida, haciendo presión sobre la misma. Si presenta salida de vísceras, no intentes recolocarlas, tapa la herida con un paño limpio y húmedo. No intentes extraer ningún objeto que tenga clavado, si hubiera alguna arteria seccionada, se desangraría en pocos minutos.

Eleva la zona que presente una hemorragia y presiona con fuerza para detenerla.

Si la herida es profunda y sangra abundantemente, el torniquete debe ser la última opción. Se trata de una maniobra muy peligrosa que no debe prolongarse durante más de 35 minutos y que puede producir sepsis o gangrena, incluso cuando se realiza correctamente. Si decidieras hacerlo, jamás aflojes el torniquete para ver si ha parado la hemorragia. Lo mejor en estas situaciones es realizar un vendaje compresivo, elevar la zona y ocluir con la mano la arteria que irrigue la zona, si se puede. Nunca des de comer ni de beber a alguien en esta situación.

Si es abundante, haz un vendaje compresivo y presiona herida y la arteria que irriga la zona

Las fracturas, sobre todo en extremidades, se detectan fácilmente porque impiden la función del miembro afectado y generan dolor a la víctima. Para inmovilizarlas puedes improvisar con una rama, una tabla, revistas o los triángulos, y sujetarlas con vendas, tiras de sábanas, pañuelos, cinturones o una cuerda.

Si la fractura se ha producido en las costillas procura no mover al accidentado. Si sospechas de una lesión en columna, no lo muevas bajo ningún concepto.

De este modo puedes, con los triángulos del coche y dos cinturones, inmovilizar un miembro roto bien sea una pierna o un brazo. El brazo también puede atarse al pecho a modo de cabestrillo con un pañuelo largo

La gravedad de las quemaduras depende del grado pero también de la extensión, posibles infecciones o de la fragilidad del afectado. Sea cual sea, el tratamiento es siempre el mismo:

◊ Eliminar la causa de la quemadura ◊ Enfriar con agua fría (entre 10 ºC y 20 ºC), durante 10 o 15 minutos, salvo que la superficie quemada sea superior al 10% del cuerpo, ya que en ese caso puede producirse una hipotermia. ◊ Cubrir la superficie quemada con un trapo o gasa estéril. ◊ Cubre al herido y colócalo de manera que la quemadura esté lo menos en contacto posible con cualquier superficie.

Estos son los principales consejos para actuar ante un accidente de tráfico. A continuación, te dejamos con una entrevistas a Rubén Zafra, técnico auxiliar en transporte sanitario del SAMUR (Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia)

AUTO BILD: ¿Cuántos años lleva en este servicio?

Rubén Zafra: Pues ya van camino de ser siete.

AB.: Entonces, me imagino que le va la marcha.

RZ.: Esto es completamente vocacional. Yo estoy aquí de técnico, pero dentro de unos días me examino para poder trabajar de enfermero. La verdad es que ni se me pasa por la cabeza trabajar en otro servicio.

AB.: Supongo que no todos los días serán iguales. ¿Cuántas salidas suelen hacer por turno?

RZ.: Ya sabes, lo típico que se dice, los fines de semana pueden ser algo más movidos pero, por norma general, apenas tenemos tiempo libre. Los turnos son de 17 horas y se solapan para que siempre haya un determinado número de efectivos; en el último creo que realizamos unas 12 asistencias.

AB.: ¿Qué es lo que más les molesta a quienes trabajan en el SAMUR?

RZ.: Que la gente a veces no es consciente de que nuestros recursos son limitados. Es importantísimo dar la información correcta cuando se llama al 112, muchas veces se manda una UVI móvil donde sólo es necesaria una ambulancia y, lo que es peor, otras muchas pasa lo contrario.

AB.: ¿Cuál es el accidente más típico que atienden?

RZ.: Estamos en una ciudad, lo más habitual son los latigazos cervicales por alcance y algunos atropellos. Aunque también se producen accidentes graves todos los días. En esos casos intentamos por todos los medios estabilizar al herido en el lugar del suceso para llegar al hospital en las mejores condiciones posibles y disminuir así la morbi-mortalidad.

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