Quiénes eran los profesionales de la salud que atendieron a heridos en la Revolución Mexicana y Decena Trágica | Últimas noticias, actualidad y última hora en Catalunya, España y el mundo

2022-06-25 06:23:50 By : Ms. nicole luo

: Empezaron a hacer cirugías mayores en los puestos de socorro, casi en el hilo de la batalla empezaron a operar. Ésa es la primera innovación, cuenta Alejandra Hernández.

Seis mil heridos y cuatro mil muertos en la Ciudad de México es el cálculo aproximado de las personas afectadas durante la Decena Trágica, enfrentamiento que sucedió del 9 al 19 de febrero de 1913 para derrocar al presidente Francisco I. Madero. ¿Quiénes atendieron a los heridos de guerra? Es la pregunta que responde la historiadora Alejandra Hernández Vidal.

Durante la Revolución Mexicana, incluida la Decena Trágica, hubo cientos de personas dedicadas a la medicina y enfermería que avanzaron con las tropas en cada batalla, eran jóvenes que interrumpieron sus estudios o que dejaron los hospitales para operar y atender lesiones desde un tren sanitario, idea que después sería usada en las guerras mundiales.

Las innovaciones de hombres y mujeres que salvaron vidas en medio de la Revolución son recuperadas en la investigación “Los servicios de sanidad durante la Decena Trágica”, galardonada este año por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con el Premio INAH 2021.

“Reconocer cómo fueron los tratamientos médicos de urgencias durante este periodo de guerra, está enfocado a conocer quiénes eran los encargados y cómo lo hacían. En las batallas y enfrentamientos salían a relucir el número de heridos y muertos, y era poca la mención sobre cómo se les trataban, por ello rescato la memoria de estos personajes”, señala en entrevista la experta

Hernández Vidal siguió la huella de médicos y enfermeros, en especial, cuando sucedió la Decena Trágica, es decir, cuando la capital del país vivió una guerra.

-¿Se sabe cuánto personal de salud participó?

-La mayoría de estos jóvenes se movieron con la Revolución, se estaban trasladando, estaban siguiendo el ritmo de la batalla, no se quedaban en las ciudades, si el contingente militar avanzaba ellos también se movían.

“No hay muchas cifras. Trabajaban en los hospitales haciendo sus prácticas profesionales o su internado, pero si había un levantamiento dejaban temporalmente su puesto y se unían a la Revolución, cuando el enfrentamiento terminaba regresaban a su trabajo original”, responde.

La historiadora narra que estas personas veían su participación como una actividad humanitaria. “Decían: estoy aprendiendo medicina, tengo que retribuirlo. Dejaban sus puestos o la escuela temporalmente, terminaba el enfrentamiento y regresaban; muchos ellos, en estos lapsos de paz o tranquilidad relativa se titulaban y otra vez se iban”.

Ya estaban fogueados, ya tenían conocimientos sobre la atención médica en urgencia, añade Hernández Vidal. “No lo aprendieron en febrero de 1913 cuando inició la Decena Trágica, la realidad es que desde mayo de 1911 ya iban adquiriendo esa experiencia”.

Los profesionales de la salud instalaron puestos de socorro y ahí atendían a los heridos. “Cuando sucedió la Decena Trágica ya sabían qué hacer, cómo tratarlos y cómo detener hemorragias. La mayoría de los heridos que pudieron ser trasladados a los hospitales no fallecieron gracias a la atención oportuna que recibieron”, indica.

-¿Hubo innovaciones o cómo hacían los traslados de heridos y cómo los curaban?

Una imagen de la decena Trágica.

-El reglamento les indicaba a los médicos: si hay un herido, lo preparas, lo vendas en el puesto de socorro para que se traslade a los puestos de ambulancia o a los hospitales de campaña y ahí lo traten.

“Ese modo era cuestionado por algunos médicos. Uno de ellos, Guadalupe Gracia García argumentó que si veían que una persona caía herida de gravedad, no sólo debían ponerle un vendaje y mandarlo a un hospital, él decía que tenían que atenderlo en el lugar. A eso se le llamó intervencionismo urgente, operarlo de urgencia.

“Empezaron a hacer cirugías mayores en los puestos de socorro, casi en el hilo de la batalla empezaron a operar. Ésa es la primera innovación, por tanto, se prepararon con instrumental más avanzado y usaron por primera vez cloroformo”, responde.

-¿Qué otras innovaciones médicas hubo?

-Los médicos pidieron un tren completo para atender a las personas heridas, les fue otorgado e hicieron adentro una sala de operación, un carro para heridos no sólo de balas sino de problemas estomacales, de paludismo y demás enfermedades. En ese tren se trasladaron ellos como médicos y su material.

“Este tren sanitario fue tan importante que fue utilizado en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial, fue un invento de México para el mundo. Eso lo inventaron en abril de 1912 y ya cuando llegan los grandes contingentes de Villa y Álvaro Obregón el tren ya era una práctica común”, precisa.

Sobre el número de personas heridas y muertas, la historiadora Hernández Vidal comenta que es difícil saberlo, sin embargo, en su investigación rescata cifras registradas por los hospitales, por la prensa y por los testimonios de médicos particulares.

“Durante la Decena Trágica, una de las obligaciones de los hospitales fue hacer partes donde diariamente decían cuántas personas atendieron, cuántas murieron y cuántas dieron de alta. Fui haciendo una recuperación de eso. Varios de los médicos, en particular, cuando acabó la Decena Trágica, se encargaron de hacer escritos donde decían cuántos atendieron en total”, comenta la experta.

Hernández Vidal explica que en la propia dinámica de la ciudad, muchas personas fueron incineradas en las calles para evitar enfermedades.

“No hay una cifra exacta pero se calcula que el primer día del enfrentamiento que fue el 9 de febrero de 1913 hubo entre 300 y 400 heridos. En el Hospital Morelos que fue uno de los que había en la Ciudad de México en ese momento, del 9 al 28 de febrero, se atendieron a 143 personas; el Hospital Militar también en la Ciudad de México se atendió a 187 personas y el jefe del Hospital Juárez dijo que atendió a 161 heridos”, detalla.

La Cruz Blanca Neutral que puso puestos de socorro informó de 1,097 de víctimas heridas. “Se calcula que hubo, por testigos presenciales y por la prensa de su momento, entre 6 mil heridos y los 4 mil muertos”.

Hubo muchos médicos que dieron atención particular en su casa, añade la historiadora. “El médico Rosendo Amor, que era director de la Facultad de Medicina de aquel entonces, atendió a varios heridos en su casa. Pero sí fue una gran cifra para la Ciudad de México que no había enfrentado la guerra hasta esos días”.

La historiadora también rescata los testimonios de médicos que con el paso del tiempo pudieron dar algunas entrevistas como los del doctor Gustavo Baz, quien era estudiante de medicina cuando sucedió la Decena Trágica.

“Pedro Pérez Grovas que también era estudiante en el Hospital Militar de Instrucción y la mañana del 9 de febrero de 1913 iba camino al hospital cuando inició la balacera y vio cómo murió un doctor de la Cruz Blanca Neutral, entonces fue por camillas y por compañeros quienes fueron al Zócalo a recoger a los heridos, los metieron a Palacio Nacional y empezaron a hacer las curaciones”, narra.

Divulgación de la historia

Alejandra Hernández Vidal además de realizar la investigación “Los servicios de sanidad durante la Decena Trágica”, reconocida por el INAH como mejor tesis de licenciatura –misma que se puede consultar en el sitio web de TESIUNAM–desarrolla a través de redes sociales y de podcast (que pueden escucharse en Spotify) el proyecto “Historia de Mujeres Mexicanas en el Siglo XX” (en Facebook @HistoriaMujeresMexicanas) donde recupera la participación de las mujeres, como su nombre lo dice, en los procesos históricos del país.