La de Manolo Saiz en TVE era una entrevista necesaria

Ciclistas y conductores, no queda otra que entenderse

Ya no hay equipos de bandera

La caída de la Vuelta a Burgos viene por un error garrafal

Es el fin del ciclismo de banderas como lo habíamos conocido

Recuerdos del Txente García ciclista

Este sábado, una maravilla llamada Giro dell´ Emilia

Criquielion en la llegada más dramática de un mundial

A mí me gustaba Voeckler

¿Qué hubo de cierto en lo de Bahamontes y el helado?

Giro dell´Emilia: Enric Mas puede ser un anotador

El culebrón del positivo de Nairo aún no ha acabado

Mundial: Me parece increíble lo que ha pasado con Van der Poel

Remco Evenepoel sólo podía ganar el mundial así

¿El Mundial de Marc Soler?

Roger Adrià: «La edad de explotar es la idónea para cada uno»

Javier Guillén, los motivos para la seguir las «Vueltas» masculina y femenina

El Tour de 1983, por Ángel Arroyo

¿Habría sitio en este ciclismo para un corredor como Eduardo Chozas?

Mikel Nieve: «Me ha lucido ser un buen gregario»

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No son buenos tiempos para la UCI y el mundial de ciclismo, diría más, desde que sigo este deporte, nunca han sido buenos tiempos para la UCI, siempre en la picota y la crítica de una amplia mayoría de la mal llamada familia ciclista.

Contando con que el Campeonato del Mundo no deja de ser la cesta en la que el ente más importante del ciclismo pone todos sus huevos.

En una Vuelta a España se ha visto fuertemente sacudida por el protocolo Covid, tan lioso y espeso, tenemos al seleccionador nacional, Pascual Momparler, lamentando por los sitios que no puede llevar a los ciclistas que él quiere al Mundial australiano.

El motivo que aduce viene por la negativa de los equipos en la cesión de ciertos ciclistas para ir a las antípodas a correr un mundial que entra en conflicto total con el sistema de puntos UCI, que ahora mismo tiene a varios equipos sin pegar ojo.

En concreto habla Pascual de Valverde y Aranburu del Movistar y de Izagirre y Herrada, Jesús, de Cofidis.

Aranburu y Valverde no corren el mundial porque Movistar los necesita en otras guerras.

Si a Aranburu al firmar le dicen que no va a correr ni Giro, ni Tour, ni Vuelta, ni mundial, ¿Hubiese firmado? Me parece a mí que no.

Yo en su lugar no estaría muy contento. https://t.co/Bdx3ywii1z

— Mikel Ilundain (@mikeilundain) September 4, 2022

La papeleta es cojonuda, pues la RFEC tendría a su disposición una «palanca», ahora que está tan de moda esta palabra, para obligar a los ciclistas a ir, que no quiere activar.

Y lo entiendo, además de las sanciones y estas cuestiones siembran mal rollo y suponen un precedente, Cofidis y Movistar son mecenas federativos.

Primero los equipos, pues como dijo el mismo Momparler en el postetapa de Sierra Nevada, los equipos no se han dado cuenta de la trampa que era este sistema hasta que era demasiado tarde.

"Vivimos en un sistema de puntos UCI que los equipos firmaron sin leer y ahora están en un lío tremendo" Pascual Momparler #LaVuelta22

Pero luego está la UCI y el sistema endemoniado que ha montado para complicar un poco más las cosas.

Que el Mundial entre en conflicto de esta manera con los intereses de los equipos habla de lo mal planificado que está el calendario, dejando una cita tan importante como la australiana al pie de los caballos.

Hasta España se ha planteado no acudir, cosa que sería brutal.

La solución que propone Perico, mirar de llevar otros ciclistas, tampoco la veo, pues no son tantos los ciclistas españoles ahora mismo que resulten competitivos a partir de los 200 kilómetros, y esta carrera tiene 270.

Por de pronto están asegurados Soler y Ayuso, ni siquiera Carlos Rodríguez, con Ineos jugándose liderar el WT, tiene carta blanca.

Pello Bilbao suena mucho, pero el vizcaíno no tenía esta carrera en sus planes y no, lo que sucedió en Tokio nada tiene que ver.

Hace unas semanas, en un podcast que hice con Raúl Banqueri y Eduardo Chozas, el periodista hablaba de la poca profesionalidad que ha detectado en el seno de los equipos, se salvan Bora, Ineos, Jumbo y poquito más.

Aquí tenemos una píldora, pero también un reflejo de la debilidad estructural de ciertos entes en este deporte, como es el caso de la RFEC que tiene que plegarse a lo que dicen los equipos.

Me gustaría saber dos cosas ¿veremos esto alguna vez en el fútbol? ¿esto pasaría en otro país?

Son cuestiones que no dejan bien a la RFEC, por muy víctima, que lo es, de la situación y que invita a pensar en la relación de fuerzas y poderes que mueve el ciclismo.

También cabría pensar en si le cunde a Pascual Momparler nadar entre tantos intereses, tras lo visto el año pasado en los JJOO, ahora esto y otras tantas cosas que le ponen al borde del abismo cada poco para luego recibir críticas sobre sus resultados, cuando el ciclismo español, ahora mismo, da para lo que da.

Imagen: UNIPUBLIC / CHARLY LÓPEZ

Este ciclista no nos representa ni en la carretera ni en ningún sitio

Positivo «light» por Covid de Ayuso: no es la imagen seria que se busca

Mundial: Evenepoel no es un genio, es un monstruo

Mundial: La selección española se instala en la excusa permanente

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A ver, vayamos por partes. Primero, no sé porqué el Mundial otorga puntos a los EQUIPOS, cuando esa carrera se corre por SELECCIONES. Segundo, lo de Ineos intentando ganar el ranking UCI no le veo ningún sentido. ¿Eso a alguien le importa? Tercero, no entiendo porque los ciclistas del Cofidis no podrían ir; cuando ellos tienen bastante margen (y varios equipos de por medio) respecto a la zona del descenso. Cuarto, lo de Eusebio Unzúe quejándose de no pueden enviar ciclistas para que después tiren para otros equipos que están luchando por el descenso… ¿Tirar para quién? Si como la mitad de los ciclistas españoles (o más) que irían al Mundial son del Movistar. Y, luego; este equipo por el descenso con el Lotto, Israel, Education-First, Bikeexchange… ¿hay algún ciclista español en esos equipos? No. Entonces, ¿de qué habla? El UAE, Ineos o el Bahrain están a años luz del Movistar. Incluso, el Cofidis de Jesús Herrada le saca como 500 puntos al Movistar (y casi 1000 al Lotto, que es el que realmente marca la línea). Por lo tanto, tampoco les preocupa. Y, por último y no menos importante, Cofidis y Movistar son patrocinadores de la selección española de ciclismo. ¿Cómo les sentará estar pagando y invirtiendo su dinero para luego no ver a sus ciclistas ahí?

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No imaginé que retuitear una estadística que me pareció curiosa podría dar tanto de sí en la comparativa Remco Evenepoel vs Wout Van Aert…

interesante estadística que demuestra una realidad: una cosa es la sensación que tenemos, que Remco es el mejor ciclista de la temporada, y otra la que los números ofrecen, que Van Aert es el MVP de la temporada https://t.co/YWGwHBXxat

En ciclismo, como en todo, hay dos maneras de valorar las cosas, por sensaciones o estadística.

Para mí el mejor ciclista, por sensaciones y sabor de boca, del año es Remco Evenepoel, pero cuando hablo de estadística, ésta da cositas curiosas.

Cuando cité a Wout Van Aert como el MVP de año tomando esta lista, valoré los puntos que caían de su lado, y de su equipo, cada vez que tomaba la salida en una carrera.

Ya sé que es una estadística que puede parecer burda, con Bouhanni en el top, pero en un año en el que los puntos han estado cada día en la mesa, me parece interesante poner de relieve esos casi 60 puntos diarios que Van Aert iba metiendo en la hucha de su sobradísimo equipo, lejanos a los poco más de 40 que ha logrado Evenepoel.

Cuando dije que Van Aert me parecía el MVP del año, lo dije por ese acopio constante de puntos que garantiza en cada carrera que pisa.

Es cierto, que el belga sigue con lagunas en su palmarés, y seguramente cuando se retire, las seguirá teniendo, como también es visible que es un tío que está siempre perfecto, delante y presto.

El otro día Sepp Kuss nos lo describió como un gran motivador.

🎙️🎙️🎙️ "Wout Van Aert es un gran motivador" @seppkuss https://t.co/DfUsgKybeY#PodcastJS con @Tuvalum pic.twitter.com/1BwhymiJh6

Le achacamos, como a todos los cracks, muchas cosas, que si le pillan a contrapié, que si no arriesga, que si se le pasan los años sin un mundial y algún monumento más (tiene uno, no lo olvidéis), pero si miramos detenidamente el tipo de ciclista que es, entenderemos que su dimensión va más allá de los resultados.

Sé que el aficionado entendido del ciclismo relativiza mucho el Tour, yo lo hago, pero ello ni implica negarle el mérito de ser tan superior en tantas circunstancias en la mejor carrera del mundo.

Luego están esos podios que no son triunfos en carreras como Roubaix y Flandes, pero es que no compite solo, y lo que le rodea es brutal.

Ahora viene Remco y la temporada que ha realizado: monumento, grande y mundial en medio año.

La sensación de que es el mejor ciclista del momento no se corresponde con la famosa estadística, Pogacar y Van Aert le superan en el PCS, pero ello no es argumento para decir que, en términos de sentimiento, la afición le proclame como mejor del mundo.

Pero ojo, que leo muchos comentarios despreciando el bagaje de Van Aert ante la explosión del Remco, y eso me parece muy injusto.

Sea como fuere, tras muchos años, sin besar una grande, sin renovar el arcoíris, a Bélgica le llega la mano ganadora toda al mismo tiempo.

Nos alegramos por ellos, nunca dejaron de creer que el ciclismo es su deporte nacional.

La lucha por evitar el descenso del World Tour se clarifica al punto que a día de hoy, con pocas carreras ya por delante, Israel tiene todos los números para quedar fuera del máximo circuito.

La suya no es una situación sencilla además.

Leo que por su situación en la tabla tendría plaza en las clásicas, pero no en las grandes vueltas de 2023.

En este capítulo le cabría luchar por una «wild card», «palabro» bien aprendido en ciclismo que retrata la potestad del organizador en escoger quién quiere en su casa.

Hace unos días, el patrón del equipo Sylvan Adams dio la patada adelante, como se suele hacer en estos casos, hablando de lo injusto del sistema, de la absurdez de poner trabas a patrocinadores que vienen dinero en mano  y todas esas cosas.

Es decir, parece que se dio cuenta muy al final de esta historia de tres años que su posición peligraba: «Es un sistema que no funciona, que destruye equipos y es malo para este deporte».

Lo dice además de forma abierta, como lo han hecho otros managers implicados, desde Jonathan Vaughters a Eusebio Unzué.

A veces alucino cómo pueden hablar así y no sonrojarse

Es un sistema firmado hace años, que entró en vigor el año de la pandemia, que afectó a todos al mismo tiempo, y concluye ahora, en unas semanas.

Es un sistema que contó con el beneplácito de todos, también de los que hoy se escandalizan con su posible descenso.

Recuerdo ese podcast con Raúl Banqueri y Eduardo Chozas en el que el primero hablaba de la poca profesionalización de las estructuras ciclistas del máximo nivel.

En todo esto tenemos un ejemplo tangible de esa realidad.

Durante la Vuelta, corrió el bulo que se iba a congelar el ascensor de descensos y ascensos, por el bien de los equipos del WT.

Por suerte, de eso no hemos vuelto oír hablar, cambiar las reglas de la partida a final del juego habría sido aberrante, para los que sí se lo han tomado en serio desde el principio, para los aficionados y para la mínima justicia en este deporte.

Si Israel pierde la carta del World Tour, que piense cómo ha hecho las cosas, planteándose su entrada en el club a modo rodillo, fichando no pocas figuras, aunque entradas en años, que no han dado el valor colectivo que sí han conseguido bloques que merecen entrar en este circuito.

Por cierto, que para el año que viene, con la entrada en vigor del nuevo ciclo de tres temporadas, se anuncian cambios en el sistema.

Ahora que están a tiempo, los agobiados de último momento que metan el cazo en la reunión y mejoren el baremo, que es muy mejorable.

Entre otras cosas, las vueltas por etapas y las carreras del World Tour tendrán más peso, es cierto que hay que velar por carreras de otras categorías, pero nos ahorraremos el esperpento de ver equipos alinear sus mejores hombres en carreras simultáneas a la Vuelta a España.

No me produce especial placer ver a Israel fuera del Word Tour, ahí hay gente muy maja compitiendo, pero la vara de medir ha sido justa para todos y ha dado un resultado que hay que admitir.

Imagen: A.S.O./Pauline Ballet

¿Cómo valoraríamos las temporadas de Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert?

Sucede mucho en nuestro querido deporte que, cuando acabamos de ver una exhibición brutal, extrapolamos el sentimiento de euforia y admiración a todo lo que ha de venir.

Recuerdo esa sensación en la Strade Bianche del año pasado, incluso en ésta misma, cuando Van der Poel y Pogacar dieron una soba considerable a sus rivales sin posibilidad de réplica.

En esos momentos, no veíamos otro favorito en lo que habría de venir que el neerlandés y el esloveno.

Echando cuentas ahora, con el favor del tiempo y la perspectiva, vemos que aquellas sensaciones se quedaron ahí, en esa tarde de sábado de mes de marzo, pues lo habría de venir fue muy diferente.

Y es que es eso, cada carrera es una historia, con presentación, nudo y desenlace diferentes, en las que los cracks compiten rodeados de rivales, que les buscarán las vueltas hasta el borde de lo admisible.

Este apunte será interesante para todo lo que salga a disputar Remco en los próximos meses.

Sea como fuere he venido a hablar de la pareja más consolidada en muchos años de ciclismo, de Mathieu Van der Poel y Wout Van Aert.

Volviendo al principio ¿cómo calificaríamos su temporada?

Decir que ha sido mala sería tan injusto, como darles un sobresaliente, en definitiva han estado donde han podido y los rivales les han dejado.

Cuando valoramos por ejemplo el rendimiento de Van Aert, no miramos que el tío lleva ganando desde finales de febrero, desde la Het Nieuwsblad, erigiéndose en el ciclista total, siendo ganador de otras importantes carreras. habiendo vestido algún maillot de líder en casi todas las vueltas en las que ha competido y resultado decisivo apara la victoria de su compañero en el Tour de Francia.

Claro que siempre tendremos quien diga que no volverá a ser líder de Bélgica en los mundiales estando Remco y que le siguen faltando monumentos a ese bonito palmarés.

Así es, lo vemos todos, pero, como dijimos al principio, las cosas no son fáciles para nadie sobre una bicicleta.

Ha ganado Flandes, su baluarte, tres podios y dos victorias en tres años, hizo un Giro brutal, siendo líder, ganando etapa y dejando perfume de grande en la ruta, pero sigue sin explotar en Roubaix y la historia del mundial ya sabéis cómo ha ido.

Ser una superestrella sólo te garantiza una cosa, un plus de presión que por otro lado es gasolina para gente de este tipo.

Las carreras se ganan en el día a día, entre lobos y mil circunstancias, por eso dar por sentado ciertas cosas entraña riesgo.

Quienes pensaron que todo iba a ser coser y cantar para Van der Poel y Van Aert estaban muy equivocados.

Imagen: A.S.O./Aurélien Vialatte

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