Actualizada Domingo, 21 de Agosto de 2022 a las 01:49:20 horas

"Prevención, presencia policial y la seguridad que percibe el ciudadano” son la “clave” del éxito de los servicios que realiza la Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local siempre y en especial, en el “amplio” dispositivo desplegado por la feria que hasta el momento se ha desarrollado con normalidad y sin grandes alteraciones del orden, según indican desde la UIR.

Este miércoles por la noche (madrugada del jueves) EL PUEBLO pudo comprobar de primera mano cómo son estos dispositivos y su eficacia. Nada más empezar la noche, la UIR detuvo a uno de los presuntos implicados en el asesinato del querido vecino del Príncipe, Abdeselam, conocido como ‘el Churrero’. La detención se llevó a cabo por dos denuncias por malos tratos a su madre que le constaban, la última había sido interpuesta esa misma mañana. El arrestado, que responde a las siglas de A.A.S. y tiene 20 años, fue trasladado hasta las diligencias de la Policía Nacional.

Las detenciones de personas sobre las que pesa una orden de búsqueda y captura no son lo habitual del servicio de noche de la feria. “Regulamos los horarios de las casetas, las atracciones, si hay algún requerimiento aplicamos la ordenanza correspondiente, etc. Además de las actuaciones preventivas de identificación de personal con indicios delictivos, cachearlos por si porta algún objeto peligroso o sustancias estupefacientes”, describe el jefe de la UIR, el subinspector Juan Ramón Galván, cuál es la función del dispositivo nocturno de la feria.

Para ello el grupo que esa noche está de servicio (la UIR está compuesto por dos que se van alternando), se divide en equipos de tres hombres que se reparten entre “la zona de casetas y la zona de las atracciones conocida como ‘el infierno’, tres equipos en un lado y tres en otro”, explica Galván. “Normalmente lo dividimos en dos, pero al ser el recinto ferial lo hacemos en seis equipos de tres”. El servicio suele comenzar en torno a las 22:00 horas, según el día, y no termina hasta que todas las casetas están cerradas y todo el mundo de vuelta en su casa.

“Lo que hacemos aquí es aplicar la seguridad ciudadana en colaboración con la Policía Nacional. Asumimos más competencias aquí abajo porque la CNP, ahora mismo, tiene desplegado un dispositivo más amplio en el resto de la ciudad por los últimos tiroteos y altercados”, añade. “La presencia es lo que hace que el servicio sea preventivo. Tratamos de disuadir para que no ocurra y si pasa, que no se de una alteración más grave de lo que es”, incide el subinspector. “La clave es la seguridad que perciba el ciudadano. Si es grande, disfruta. Si no ve presencia policial es una seguridad negativa para nosotros. Lo principal es que se perciba la seguridad y que podamos darla”.

Aparte del dispositivo de seguridad de la UIR, la Policía Local tiene desplegado otro de tráfico y seguridad ciudadana “en toda la zona exterior”, complementando “los cruces y la seguridad en el retén”. En definitiva, “un dispositivo bastante amplio”.

¿Qué pasa con el resto de la ciudad? “La Unidad de Seguridad Ciudadana mantiene un servicio para la atención al ciudadano y aparte, hay un servicio extraordinario de tráfico. Si ocurriera algo, nosotros desplazamos un equipo fuera del recinto con los vehículos. Estamos en constante contacto. El dispositivo está diseñado para mantener la seguridad dentro de la feria y en el resto de la ciudad”, expone.

Hasta ahora, las fiestas patronales se han desarrollado con tranquilidad. “Las incidencias son las habituales de las aglomeraciones. Discusiones entre jóvenes que no llegan a ser reyertas como tal”, matiza. Aproximadamente, están registrando seis intervenciones de media cada noche. Lo que podría darse cualquier noche en el Poblado Marinero.

La Unidad de Intervención Rápida de la Policía Local (UIR) tiene que estar preparada, como indica su nombre, para cualquier tipo de actuación. Bien puede ser un registro rutinario en el que dan con alguien que se encuentra en posesión de sustancias estupefacientes incumpliendo la Ley de Salud Pública, o bien puede ser un apuñalamiento o un tiroteo, como por desgracia ha ocurrido en los últimos meses en Ceuta.

Para estos casos, la intervención sanitaria es tan importante como la de seguridad. Algunos de los agentes de la UIR, no todos, llevan consigo un pequeño botiquín con el material sanitario suficiente para llevar a cabo esas primeras intervenciones que son clave en un apuñalamiento, incluso en un tiroteo. En Feria, hacen especial hincapié en este asunto porque también puede haber heridos de otra clase, como, por ejemplo, con los hierros de las atracciones.

Este pequeño, pero vital kit, lleva poco tiempo en la UIR. Hace tres años aproximadamente que los policías asisten de forma consciente y coordinada en lo sanitario mientras llega la ambulancia. Para ello no solo llevan unas cuantas vendas, también han recibido formación y preparación al respecto en la Península. Parches torácicos para hacer presión en el neumotórax y aliviar la tensión en caso de una herida con arma blanca, cintas especiales para torniquetes de control de sangrado, vendajes de presión, el conocido como vendaje israelí, gasas, tijeras, etc. Todo tipo de material sanitario para primeras intervenciones es lo que llevan en un pequeño estuche que cuelgan del chaleco antivalas y que se identifica con una cruz.

Explican que esos 30 o 40 segundos, mientras avisan a los servicios de emergencias sanitarias para que movilicen a una ambulancia, son claves en una puñalada o un disparo. Cuando los sanitarios llegan, los agentes dejan todo en sus manos y se ponen a su servicio y disposición para lo que fuera necesario.  

La principal misión de la UIR es ofrecer seguridad en el recinto ferial. Hacer ver a la ciudadanía que están ahí para ayudar y asegurar el normal desarrollo de las fiestas patronales. Los agentes que patrullan las casetas y las atracciones se convierten en un referente al que la gente acude si tiene algún tipo de problema. Como ocurrió el miércoles por la noche: una mujer encontró un bebé de unos veinte meses aparentemente abandonado en una de las colchonetas. Dos niños se la llevaron pensando que ella era la madre al encontrársela fuera de la atracción. Al ver que nadie reclamaba a la pequeña, se dirigió a uno de los grupos de la UIR que andaba en las inmediaciones. Estos la acompañaron hasta el puesto de Cruz Roja donde se quedó la pequeña a la espera de que alguno de sus progenitores apareciera. Al rato apareció la madre, también por indicación de la UIR, que andaba desesperada buscando a su hija. Al parecer, la había perdido de vista un momento mientras jugaba. Pidió al feriante que la dejara entrar para buscar a la niña, pero este le denegó el paso, trató de buscarla por todos los medios, pero al no aparecer saltaron todas las alarmas. Afortunadamente todo acabó bien. 

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

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