El vestir a niños y niñas de marinerito : el origen de una tradición - Historias con la mar de fondo

2022-04-21 08:15:52 By : Ms. Amy Zhu

En el mes de mayo de 1866, y dentro de las diversas acciones que tuvieron lugar en el transcurso de la guerra hispano-sudamericana, tenía lugar frente a las costas de Perú, la que pasaría a los anales de la historia naval como “la batalla del Callao”, puerto cuyas defensas estaban al mando del entonces jefe supremo de la República peruana, Mariano Ignacio Prado.

Según antiguos documentos consultados, parece ser que a resultas de ese enfrentamiento, y sobre todo a partir de consumarse poco después el regreso a España de la Escuadra que había mandado el almirante don Casto Méndez Núñez, se implantó en la alta sociedad española la moda de vestir a los niños, independientemente de la edad y el sexo que tuvieran, de marinerito como aquellos que habían salvado en aguas del Océano Pacífico y según se consideró en su momento, “el honor de la Patria”.

Esa moda, en principio sólo se contemplaba para vestir así a los niños los días festivos o de especial relevancia, pero poco a poco, se iría extendiendo su uso a la rutina diaria y enseguida a otras clases sociales, -incluso la idea se llegaría, sin pretenderlo, a ser copiada por otros países, curiosamente- luciendo los niños en sus gorros, generalmente, las cintas con los nombres de los buques de gran porte que en esos momentos estaban prestando servicio en la Armada, como si estuvieran deseosos de poder servir de mayores algún día en esas unidades, niños que sobre todo los días marcados como relevantes en el calendario, se dejaban ver así vestidos paseando con la familia por los parques, moda que incluso llegaría a ser una buena fuente de ingresos para algunos estudios fotográficos que los inmortalizaban a requerimiento de los propios familiares.

Esta incipiente moda, al llegar los primeros años del siglo XX y sin que sepamos el porqué, siguió extendiéndose, en este caso a los niños que iban a recibir su primera comunión, en cuyos pequeños lepantos solía figurar la cinta con el nombre igualmente de alguna unidad significativa de la Armada en aquellos momentos, exceptuando los niños cuyo padre, abuelo, o algún otro familiar cercano, era marino y estaba embarcado en esas fechas, en cuyo caso solía el comulgante lucir en el gorro la del buque de destino de su familiar, faltaría más !!!.

Al igual que la moda llegó simultáneamente para los niños de ambos sexos, de pronto se acabó perdiendo definitivamente para las niñas, pero permaneciendo a día de hoy para los niños que comulgan por vez primera, y aunque perdura, pero también se va perdiendo poco a poco y quizás acabe también por terminar desapareciendo esta más que centenaria tradición, que nació a consecuencia de hechos navales protagonizados por la Armada. Por nuestra parte, nos hemos limitado a recordar aquí esos probables orígenes según figura reflejado en antiguos legajos que se custodian en los ricos fondos de nuestros archivos navales…

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En este blog narraré historias que tienen que ver con la mar como “denominador común: hechos históricos o anecdóticos protagonizados por marinos o por barcos